Un amor que no debe ser

ADOLESCENSE

Una demanda un tanto estúpida se llevaba a cabo en un juzgado de Nueva York, un importante empresario demandaba que Len Kagamine dueño de la más importante empresa de entretenimiento del momento había incumplido un trato que habían realizado.

- Vuelvo a repetir que no he recibido ningún dinero – respondía Len a la pregunta del Juez - … de todas formas lo que deberíamos ver aquí es que si fuera así seria eso un intento de soborno
- Que mentira más grande –respondió el demandante enojado – yo le envié la cantidad de 100 millones de dólares
- ¡¡¡Vaya!!! Debería ser un delito botar tanto dinero – respondió Len sorprendido
- ¡Mocoso desgraciado no te hagas el inocente!
- ¡Silencio! – ordeno el Juez dejando caer su pesado martillo.

Después de un largo rato de deliberación finalmente encontraron a Len inocente y se inicio una investigación por posible intento de soborno de parte del demandante.

- Qué bueno que todo haya salido bien – decía un elegante hombre vestido de negro mientras acompañaba a Len al auto, el chico no respondió continuo caminando con las manos en el bolsillo, unas chicas que pasaban por la acera lo miraron curiosas, su sola belleza las atraía y además no se podía evitar ser notado con tan impresionante cantidad de guardaespaldas, finalmente subió al auto seguido del hombre – ¿no ha pensado en conseguir una novia? las señoritas se notan muy interesadas en usted.

Len suspiro pesadamente mientras veía distraído por la ventana – no me interesa ese tipo de chicas… de todas formas solo hay una que realmente me gusta… pero nada podría haber entre ella y yo.

Mientras tanto una chica de cabello verde corría tras otra de cabello dorado intentando alcanzarla -¡¡ espera, espera por favor!! –gritaba mientras la seguía, magnificas obras de arte quedaban tras ellas mientras corrían -¡¡ está prohibido correr en la galería Rin!! –gritaba Miku desesperada.

La chica de cabello dorado se rio de la pobre que la seguía y se detuvo de repente girándose para esperarla – jaja Miku eres muy lenta

- Rin – murmuro Miku pero se detuvo un momento para recuperar el aire – entiendo que estés muy feliz por qué vas a ver a Len la otra semana pero… ¿no estás exagerando?
- ¿Exagerando qué? – respondió Rin con una sonrisa
- Oh disculpen señoritas – le hablo un chico bajito y gordo con una cámara fotográfica entre las manos - ¿podría tomarles una foto?
- ¿? – Rin lo miro como a un insecto y luego observo a Miku intentando esconderse tras ella – creí que estaba prohibido tomar fotos aquí
- No le tomare fotos a las esculturas, solo a ustedes, si quieren podemos tomarla afuera – cada vez era más notorias sus intenciones pervertidas.
- Lo siento pero nos negamos rotundamente a hacerlo – respondió Rin
- ¿Ah sí? – respondió el chico con una sonrisa malévola y lanzo su mano para agarrar a Rin.

Ya había caído la noche la luna se veía clara y lejana a través de la ventana por la cual observaba Rin, y luego sin previo aviso la lluvia empezó a caer deslizándose como lagrimas en el vidrio.

- Rin… ¿Qué susto hemos pasado hoy, no es así? – pregunto Miku sentándose a su lado – tenía mucho miedo cuando ese tipo te cogió del brazo para intentar arrastrarte, por suerte que llegaron los guardias sino no habría sabido que hacer … pero tu parecías muy tranquila.
- Hmm – musito Rin observando la lluvia, en realidad eso no le interesaba lo único en lo que podía pensar era en su reencuentro con Len, hacía mucho tiempo que no lo veía.
- Bueno, chicas a dormir – se acerco por detrás Megurine abrazándolas a ambas – es hora de irse a descansar.
- Si – respondió Miku poniéndose de pie para irse a dormir.
- ¿Escuchaste Rin? – pregunto con una voz dulce Megurine.
- Claro – respondió Rin poniéndose en pie para marcharse también. Ella y Miku estaban bajo el cuidado de Megurine, la chica era amable aunque un poco tonta.

Al siguiente día Rin ya estaba en un avión con rumbo a Nueva York estaba muy emocionada, al llegar al aeropuerto no le fué difícil ubicar a la persona que buscaba rodeado de tantos guardaespaldas.

- ¡LEN! – grito a lo lejos emocionada corriendo hasta él para abrazarlo
- Rin … -sonrió el ligeramente
- Te extrañe mucho Len - decía ella alegremente mientras intentaba contener las lagrimas
- Yo también … - le susurro Len

Los dos caminaron juntos tomados de la mano hasta donde aquel hombre vestido de negro los esperaba para conducirlos hasta la limosina.

Una ves entraron en la gran mansión Rin comenzó a ver todo emocionada y luego abrazándose delicadamente al barandal de madera de la escalera pronuncio –ah todo es como recordaba… y entonces – pronuncio dejando de lado la madera -¿Qué haremos mañana?

- Uhm… mañana… lamento decirlo pero mañana no podre estar contigo, pero Marco estará encantado de acompañarte a donde quieras – indico Len señalando al hombre vestido de negro – yo estaré muy ocupado – dio unos cuantos pasos con las manos en el bolsillo – por lo del escándalo…
- Oh sí, me entere de eso – recordó Rin
- Por eso estaré un poco ocupado pero en cuanto resuelva eso todo mi tiempo será tuyo – respondió Len con una leve sonrisa aunque la verdad era que quería estar lo más alejado posible de ella.
- Está bien – respondió Rin aunque notando levemente que su hermano la quería alejar.

Pasaron los días ninguno de los dos se encontraba con el otro. Len llegaba muy cansado del trabajo y se iba directamente a su recamara para dejarse caer pesadamente sobre la cama.

- Len… -murmuro Rin un día desde la entrada del cuarto de su hermano - ¿puedo pasar?
- Claro -respondió Len amablemente y Rin entro
- ¿Puedo quedarme contigo, como en los viejos tiempos? … ya que de día casi no nos vemos … -pregunto Rin

Len la miro un poco sorprendido y preocupado pero termino accediendo a lo que ella le proponía – está bien, puedes quedarte.

Los dos estaban en la cama, Rin se había hecho la más cerca posible de él, y Len la abrasaba delicadamente

- Len … -murmuro delicadamente Rin llamando su atención, el se le quedo observando pero no pudo notar el momento en que ella había depositado sus labios en los suyos.
- Rin… -respondió depositándola delicadamente sobre la cama y acercándose lentamente a ella.
- Len… ¿esto está bien? – pregunto Rin sin dejar escapar ningún tipo de sentimiento en el sonido de su voz, Len abrió los ojos lo mas que pudo dándose cuenta que era lo que intentaba hacer y entonces …

Continuara …

WHEN YOU`RE GONE

- Len… ¿esto está bien? – pregunto Rin sin dejar escapar ningún tipo de sentimiento en el sonido de su voz, Len abrió los ojos lo mas que pudo dándose cuenta que era lo que intentaba hacer y entonces dejándola delicadamente en la cama, se hiso a un lado.
- Sera mejor que duermas … - respondió

A la mañana siguiente Len se preparaba para marcharse.

- Len, respecto a lo que paso anoche… - menciono Rin suavemente
- Anoche no paso nada – respondió el
- Pero …
- Nada… - finalizo la conversación mientras se marchaba.

Pasaron tres días en que no se encontraban.

- ¡Len! – Entro Rin enojada al cuarto abriendo de un golpe la puerta - ¿me vas a acompañar hoy si o no? – pregunto enojada- ya estoy cansada de andarme paseando por ahí sin más, si vine aquí fue para verte no para pasármela sola

Len la miro sorprendido y luego con un rostro de ternura respondió – aun no termino lo que tengo que hacer…

- Pues bien – respondió Rin – hoy mismo me voy – terminó de decir y se retiro enojada, los empleados de la mansión que habían escuchado los gritos habían corrido a ver que sucedía.

- Rin… - Dijo Len un poco enojado mientras la seguía por el pasillo hasta su cuarto y una ves alli ella le boto la puerta en la cara, encerrándose en su habitación. Él dejo caer su puño con enojo y luego se marcho – Marco no la dejes salir… -ordeno antes de irse.

Rin empaco enojada su maleta, alguna lagrima se le escaparía en el transcurso. Abrió la puerta con la misma energía que la cerro y allí enfrente estaba Marco esperando – quítate – ordeno Rin - en este momento estoy demasiado enojada como para…

- Entiendo – menciono Marco acallando a Rin –no puedo hacer nada para evitar que se valla, no soy su carcelero … y aunque el joven Len se enoje conmigo … quería preguntarle si desea que aparte el ticket en el aeropuerto

Rin lo miro bastante sorprendida pero luego respondió con bastante naturalidad – si, sería una pérdida de tiempo si me voy sin más

- Si me disculpa – Marco hiso una pequeña venia y se retiro.

Rin observó un tanto extrañada mientras Marco se marchaba, respiro profundo y volvió a entrar en la habitación, cerró la puerta y se dejo caer suavemente junto a esta mientras las lágrimas se precipitaban por sus mejillas.

No paso mucho tiempo cuando tocaron a la puerta, aunque ya para entonces Rin había logrado calmarse.

- Aquí tiene – le entrego Marco
- Vaya eso fue rápido –observo Rin sorprendida, Marco se limito a sonreir cálidamente
- Gracias
- El vuelo saldrá en 5 horas
- ¿5 horas? Uhm… - expreso pensativa Rin – bien, que preparen el auto y bajen mis cosas, yo debo hacer algo antes
- Como ordene – de nuevo marco realiso una pequeña venia y se marcho

Rin tomo su teléfono y marco un numero, pensaba que debía avisarle a Megurine que regresaría antes pero ella no contesto. Decidió llamar a Miku quien contesto casi de inmediato

- ¡Moshi moshi! – contesto Miku alegremente
- Miku …
- Ah Rin – respondió aun más alegre al notar su voz
- ¿Puedes avisarle a Megurine que regresare hoy?
- ¿ah? ¿pasa algo?
- No, no – Rin fingió estar bien – tan solo que ya me he aburrido de estar aquí
- Creí que querías pasar un buen tiempo con tu hermano …
- Si … pero de todas formas el está algo ocupado
- Oh entiendo … pero Rin… pasa que Megurine y yo hemos salido de viaje también
- ¿eh?
- Lo siento, es que Kaito nos ha invitado a la playa
- Está bien, ya me las arreglare
- Ah Rin…
- No te preocupes, todo está bien … gracias … igualmente solo quería avisar, llamare luego, Adiós
- Espe… -se alcanzo a escuchar antes de que Rin colgara.

El trayecto hacia el aeropuerto se hacia un poco largo por el trafico, Rin miraba algo aburrida los demás autos por la ventana, Marco estaba sentado al otro extremo tan serio como siempre, Rin lo miro de reojo por el reflejo de la ventana, algo no la convencía de la actitud que había tomado pero igualmente no planeaba preocuparse mucho por eso.

Finalmente el auto arribo al aeropuerto. Rin se dirigió con paso decidido a su destino y entonces al frente y en medio de la gente estaba Len esperándola, se sorprendió un poco pero entendía lo que pasaba así que simplemente llego frente a él y lo miro fijamente.

- Marco me ha dicho…
- Lo sé, ya sabía yo que tanta amabilidad no vendría sola
- … Rin… está bien si te quieres ir, no te detendré
- Qué bueno porque de todas formas me iria

A la conversación le siguió un momento de silencio y luego de repente Len se lanzo a abrasarla.

- Por favor Rin, no te vayas –le susurro al oído mientras la abrasaba fuertemente– pasare todo el tiempo que quieras contigo
- … No… Len… no – sintió que se quemaba por dentro al pronunciar esas palabras, en realidad quería quedarse, pero no podía, su orgullo no la dejaba. Se alejó bruscamente de él y continúo su camino como si jamás se hubieran encontrado. Len quiso alcanzarla pero Marco lo detuvo.
- Es mejor que deje que se valla
- Debí haberle dicho cuanto la extraño cuando no está… -murmuro Len mientras la veía perderse entre la gente, aun quería ir tras ella pero sabía que sin importar lo que hiciera ella se marcharía.



Continuara...

VAMOS A CASA

Al llegar a su destino Rin se sintió un poco perdida, no podia ir a la casa de Megurine por que no tenia las llaves y ademas realmente no se le antojaba regresar a ese lugar, divagó un buen rato por las calles atestadas de gente hasta que finalmente decidio hacer un recorrido por el tiempo hacia su pasado.

Tomó un autobus en direccion a otra ciudad el trayecto era de una hora. Cuando bajó sabia a donde se dirgia y sin dudarlo un instante caminó hasta el lugar.

La casa estaba exactamente igual como la recordaba, alli habia crecido junto con Len hasta que sus padres murieron y él habia decidido encargarse de los negocios de la familia mientras que como intentando alejarla la habia enviado a estudiar en aquella universidad de Paris … realmente detestaba que Len siempre siguiera las reglas, eso ultimo lo penso recordando los ultimos sucesos.

La puerta principal se habia abierto y Rin rapidamente intentó alejarse recordando que ahora otras personas vivian alli pero para su sorpresa quien la saludó desde la entrada fue Len.

- ¿Qué haces tu aquí? – pregunto Rin enojada
- No podia dejar a mi hermanita vagar sola – respondio Len-- … luego de que te fuiste Miku me llamo muy preocupada pense que no irias a la casa de Megurine asi que tal ves te encontraria aquí
- Ni que realmente me conocieras – respondio ella con un puchero y Len se rio un poco.
- Rin – murmuro acercandose a ella y acariciandole el rostro - … ¿sabes cuanto miedo me da perderte?
- Ninguno – respondio ella convencida – si fuera asi no me alejarias siempre de esa manera de tu vida, pero voy a conseguir un esposo rico y si es posible famoso y entonces no me volveras a ver… bueno, tal ves en television
- No dudo que lo hagas con lo caprichosa que eres, pero … - Len sintio palpitar muy fuerte el corazon y aunque dudando de lo que iba a hacer podian mas sus sentimientos y su desesperacion, asi que lentamente se acerco mas a Rin para depositar un beso en sus labios, Rin se quedo un instante un poco aturdida pero luego simplemente se dejó llevar por el momento – vamos a casa – sugirio Len y ella asintio debilmente.
- Solo… no vuelvas a hacerlo… - unas cuantas lagrimas rodaron por las mejillas de Rin a él era la unica persona a la que le permitiria verla en ese estado.
- De ahora en adelante estaremos siempre juntos – prometió Len fundiendose con ella en un abrazo.

Entonces Rin dió un pequeño recorrido por sus recuerdos, siempre con Len … no sabia cuando exactamente nació ese sentimiento entre ellos … y aunque en un principio temia poco a poco fue aceptandolo pero a Len le era más dificil … ella no queria alejarse de él por eso le dolia que Len si quisiera hacerlo, aun si el no queria ahora ella estaria junto a él siempre asi tuviera que obligarlo a permanecer a su lado.

ESPECIAL 2010

La luz de luna entra por el velo de las cortinas en tu habitación, nos ilumina. Jamás pensé que realmente estaría contigo así…

Rin caminaba despacio hacia clases mientras observaba a Len hablando o mejor dicho coqueteando con otras, mas aun así pasó de largo, ella ya sabía que él nunca se fijaba realmente en ninguna pero como le gustaría que se fijara en ella, sin embargo siempre la ignoraba o la trataba como a una delicada porcelana pero ella no era nada de eso, un fuerte sentimiento y un deseo intenso pasaban a través de ella cada que lo tenía cerca.

Era más que obvia con él y aun así fingía no pasar por enterado, pero bien sabia ella que Len no era ningún idiota. Decidió entonces intentar algo… empezó a salir con un chico mayor que ella, lo besó alguna vez frente a él pero solo consiguió que se enfadara un poco y la ignorará todavía más luego de eso se fue a Nueva York y abrió una sucursal de la empresa de sus padres, y cuando ellos murieron se encargó de Rin... aunque en realidad tan solo la envió a París a estudiar en la universidad, viviendo con Megurine y Miku… que triste eso…

Después casi no le hablaba, estaba enojada con él por alejarme… pero cuando me di cuenta de que era como renunciar y dejarlo ganar decidí jugar la última carta… luego de todo lo que pasó hasta llegar a este punto en que finalmente eres solo para mí…

- Es tu turno de sufrir… - susurro Rin a la noche con una flamante sonrisa.

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Canción en la que esta basado